CONSTRUCCIÓN Y ELABORACIÓN DE LOS DILEMAS
La
conducta de la persona, como hemos visto, depende de varios factores:
- · Personalidad
- · Hábitos (conductas aprendidas)
- · Experiencia
- · Su propio bien, la felicidad.
Y
todo cuanto hacemos, lo realizamos con miras a un fin, con una intención.
Un dilema moral es un relato que plantea un
problema, cuyas soluciones ponen al individuo en una situación complicada de
elección que le obligan a un razonamiento ético para decidir un camino. Si bien
es cierto, cada día el individuo elige soluciones a problemas cotidianos,
también es cierto, que en su vida se encontrará con problemas únicos a los que
deberá enfrentar y asumir la consecuencia moral de su decisión.
Las respuestas
de los individuos nos permiten:
- · Conocer su escala de valores
- · Autoconocernos para saber cuánta empatia tenemos con su decisión
- · Tolerar a los demás, al respetar sus decisiones y conductas.
- · Fomentar una inteligencia moral
- · Razonar las conductas y las opiniones.
Los dilemas pueden ser:
· Reales o hipotéticos.
De la vida diaria o inventados
· Abierto o
cerrados. Que no dan solución y lo dejan abierto al debate o que exponen la decisión
que se tomó.
La elaboración de un dilema debe
contener:
- El personaje que tiene el problema.
- Explicar el dilema con todas sus circunstancias
- La clase de dilema que es, real o hipotético.
- Plantear las alternativas de solución y su grado moral de justificación.
- El suceso debe centrarse en cuestiones de moral.
- El personaje debe elegir, forzosamente una opción.
Las características del dilema es que
él se plantea la cuestión del debo hacer y quiero hacer. Como escribe (Salinas, A. 2018) “Lo
que se decide en ellos no es ni más ni menos que la clase de persona que soy, o
la clase de persona que quiero ser. Por eso todos los problemas éticos se
podrían reducir a estas dos cuestiones: ¿quién soy? ¿quién quiero ser?”
A continuación se expone un caso práctico.
Es un dilema moral real, entre lo que se debe hacer y lo que el personaje quiere hacer; es cerrado porque el personaje toma una decisión en la escala de valores que tiene.
Decisiones.
Ella
es María, vivió una infancia feliz, rodeada de una familia amorosa, católica y
muy recta. Procuraron para María y sus hermanos una educación estricta, rica en
valores, cultura y diversiones sanas.
A
María la educaron para ser una perfecta ama de casa, trabajadora, diligente,
abnegada, sumisa; así como su madre.
A
los 16 años, María Inició un noviazgo con Antonio, eran felices. Sin embargo,
la familia de María los animó a casarse por el “qué dirán” de la gente, si
María llegase a tener otro novio. María abrumada consideró casarse y así
sucedió; contrajo matrimonio con Antonio en una boda religiosa y pronto
esperaban una bebé. Lía nació, fue bautizada y en apariencia eran una familia
feliz. Lo que no sabían era que Antonio no ayudaba en ninguna tarea del hogar,
pues era flojo y holgazán por ello María
estaba exhausta.
Las
peleas aumentaron y todo lo que María creyó sería un matrimonio feliz, no lo
era. Por esa razón María decidió regresar con Lía a la casa de sus padres. Sin
embargo, estos nada gustosos con la idea, impusieron a María reglas como no
salir con nadie más, no divertirse y únicamente dedicarse al hogar, al trabajo
y a su hija Lía. Ambas eran muy felices pero los padres de María no
consideraban sano que Lía creciera sin un padre, por esa razón pidieron a María
se fuera nuevamente a vivir con Antonio por el bien de Lía. Para ese momento
Lía tenía 4 años y anhelaba una hermana; María creyendo que eso podría ayudar a
su matrimonio concibió a Mía. Nuevamente parecía que el matrimonio podría salvarse.
Antonio
por su parte no quería perder a su familia pero tampoco hacía nada por
mantenerla unida. María poco a poco se percató que la relación con Antonio no
tenía nada de un matrimonio más que vivir en el mismo techo y soportar peleas.
Aún
así, María decidió construir una casa con sus ahorros de años.
Pero
cansada por las peleas, el trabajo de doble rol que ejercía, por el cuidado de
la casa, de sus dos hijas, de su doble empleo; consideró que era mejor decirle
a sus padres que se divorciaría de Antonio y viviría de forma independiente con
Lía y Mía pues las amaba y las ama con todo su ser.
Expuso
la situación a sus padres y también confesó que su esposo era gay, ya que en
reiteradas ocasiones supo de sus parejas homosexuales. Los padres de María atónitos,
defendieron a Antonio y recordaron a María que debía soportar todo en el
matrimonio por el bien de la familia, pues Dios podría castigarla enviándola al
purgatorio o peor aún al infierno si no continuaba en sagrado matrimonio. Si no
mantenía a la familia unida ¿qué diría la gente? Se burlarían de ella por
fracasar en el matrimonio.
María
pensó, reflexionó y se encontró a sí misma en un dilema de dos disyuntivas: o debía
continuar toda su vida con un hombre que no la quería, dando la apariencia de
matrimonio ideal a la sociedad y la familia entera; o se divorciaba de un
matrimonio que ya no quería, para vivir
en paz con ella misma y con sus hijas, pues se negaba a educarlas para vivir en
un engaño y tampoco quería darles el ejemplo de no luchar por su bienestar más
allá de la religión.
María
decide divorciarse, enfrenta a Antonio y éste la corre de la casa que la misma
María construyó.
Los
valores religiosos de María se han transformado y hoy sabe que Dios no desea la
mentira, la violencia ni la infelicidad de las personas como ella lo vivía; por
el contrario Dios desea la felicidad, la paz, el éxito y el crecimiento de las
personas.
María el día de hoy vive con sus dos hijas de
forma independiente, amándolas mucho y enseñándoles que una mujer es capaz de
salir adelante ante cualquier adversidad. Es un dilema moral real, entre lo que se debe hacer y lo que el personaje quiere hacer; es cerrado porque el personaje toma una decisión en la escala de valores que tiene.
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